Ingresamos ahora al segmento de los Deportivos Utilitarios (SUV por sus siglas en inglés). Les presentamos nuestras impresiones y todos sus detalles en el video que realizamos con El Gallito.
Willys-Overland y Ford crearon el Gee Pee (General Purpose) - posible origen de la palabra Jeep - a pedido del ejército norteamericano para la Segunda Guerra Mundial.
A partir de 1987 fue patrimonio de Chrysler, quien aportó una línea de diseño moderna y singular para todos los modelos posteriores, con un estilo de lujo, hoy plenamente vigente.
El Compass es un buen ejemplo. Combina perfectamente los antiguos atributos de la marca con la tecnología de última generación, dentro del segmento de alta gama. Si bien es un SUV de 4,405 mts de largo, no parece tan aparatosamente grande como indican sus medidas.
De todos modos, visto de frente, impacta con la majestuosidad de su enorme parrilla, distintivo inequívoco del modelo. Pero es en los laterales donde termina de surgir toda su personalidad. Los abultados pasaruedas de líneas rectas, la cintura alta apenas descendente, las manijas de las puertas traseras disimuladas en el parante posterior y el pequeño alerón del techo, sugieren robustez, musculatura, simpleza y un toque deportivo que lo hacen diferente.
Sus atributos de alta gama saltan a la vista. Apenas se abren las puertas se destacan los tejidos agradables, el volante multifunción, finas terminaciones con apliques metálicos y materiales de alta calidad. El equipamiento, muy acorde, incluye climatizador automático, computadora de a bordo, asientos calefaccionados, control de velocidad crucero, airbags frontales y laterales, volante revestido en cuero, espejos térmicos, audio con 6 parlantes, USB y Bluetooth.
A pesar de todo, mantiene cierta tónica de simplicidad. El panel de instrumentos muy claro, con pocos comandos bien intuitivos y ergonómicamente correctos, facilitan notablemente la vida a bordo.
Por cierto que el potente motor 2.4 con 16 válvulas y 170 CV de potencia es más que suficiente para que toda esa humanidad ofrezca buenas prestaciones. Uno de los aspectos más notables del Compass, es la nueva caja de cambios automática. Es continuamente variable y contribuye magníficamente a que el placer de manejar sea mayúsculo.
El sistema Autostick, agrega la opción del modo secuencial del cambio de marchas, para un uso más vibrante. Basta mover la palanca hacia los lados y pisar con decisión el acelerador. Y ahí sí la cosa cambia. La "caballada" se libera y entonces aparecen todos los atributos deportivos.
Pero volvamos a la conducción "civilizada". El Jeep Compass se comporta estupendamente dentro del tránsito urbano. Es dócil y responde con inmediatez a todos los mandatos. La dirección tiene un amplio radio de giro, es muy suave, y los frenos, de disco en las 4 ruedas, están auxiliados por el ABS y el ESC.
Asientos mullidos y calefaccionados, perfecta insonorización y un sistema de audio de buena calidad, aportan su cuota parte para que el confort sea estupendo. Abunda el espacio, inclusive en las plazas traseras, con gran amplitud para las piernas. El baúl, como corresponde al segmento, ofrece un enorme volumen de carga, ampliable a través de las múltiples opciones de plegado de los asientos de tal modo que no envidiaría a ninguna pick up liviana.
En carretera, parece encontrarse con otro hábitat natural. Mantiene altos niveles de silencio en velocidades superiores y surgen nuevos atributos de estabilidad y seguridad, ideales para las rutas sinuosas.
El motor se siente muy sereno. Con el cuentavueltas entre las 2.000 y 3.000 rpm desarrolla una impecable velocidad crucero que permite viajar plácidamente. Durante la noche, el diseño lumínico interior es muy agradable, creando un ambiente bien cálido. La intensidad de la iluminación del panel se regula a través de un comando con varias opciones, ajustable al gusto del conductor.
Claro que no sería un auténtico Jeep sin sus cualidades de todoterreno. El sistema de doble tracción se activa con una discreta palanca colocada debajo del freno de mano. Así es capaz de superar cualquier tipo de superficie sin ningún problema.
Lo aceleramos sobre piso barroso, en un predio dentro de la Chacra Experimental La Cisplatina dispuesto especialmente para la ocasión, para de paso, poner a prueba los asistentes electrónicos que mantienen la seguridad en situaciones más complejas. Y por cierto, vaya si funcionan bien.
Por eso la suspensión es bastante firme, pero sin afectar el confort de marcha para las situaciones “normales”.
No tiene ningún indicio del espartanismo de sus viejos hermanos, iniciadores de la marca. De hecho, sus creadores jamás hubieran imaginado un producto de alta gama con el logo de Jeep en el capó. A pesar de ello, perduran algunas características bien definidas. Simpleza, fortaleza, potencia y una gran personalidad son parte de los atributos que definen su estirpe.
Estirpe actualizada de un auténtico Jeep.
Video relacionado:
Jeep Compass, la evolución de la especie (Ver video...)
Publicado: 02/05/13 - 18:45 hs. - Textos: Luis Piedra Cueva, miembro de APUM (Asociación de Periodistas Uruguayos del Motor) - Fotos: Luis Piedra Cueva - Video: gallito.com / autoanuario.com.uy - Chacra Experimental La Cisplatina: www.lacisplatina.com.