10/07/2012 - Mercado regional: Impresiones del SUV MERCEDES-BENZ ML 350

La nueva generación del SUV que llega a Brasil, aumentó el nivel de confort reduciendo su compromiso off-road.

De las marcas alemanas de lujo que se aventuran en el segmento de los Utilitarios Deportivos, la única que cuenta con alguna tradición es Mercedes-Benz, esencialmente debido a su clásico Jeep Classe G, constantemente utilizado alrededor del mundo por fuerzas militares.

Por ello en 1997, cuando ingresó al sector con el ML, intentó justificar su fama con un vehículo dotado de tracción con reductora, sustentado sobre un chasis de largueros.

Pero en cada una de las generaciones posteriores, esa realidad se fue modificando. En la segunda, ya el chasis pasó a ser monoblock, pero manteniendo todavía un aire "barrero".

Hoy llega a Brasil la tercera generación aún más distante de aquel origen. Con mayores dimensiones, menor altura respecto al piso y neumáticos de perfil deportivo, la nueva ML hace foco definitivamente en el confort del andar. En resumidas cuentas, es ésa la principal necesidad del nuevo hábitat natural de los utilitarios: la ciudad.

La propia Mercedes-Benz admite que los usuarios que compran el ML, no tienen la costumbre de ensuciarlo mucho con barro. Las capacidades off-road son sólo un complemento para un vehículo esencialmente urbano. "Ellas sirven más para mostrar el espíritu aventurero del conductor que para cualquier otra cosa", comenta Glauci Tomiato, gerente de marketing de producto de la marca en Brasil.

Y tanto es así que en el nuevo ML se encuentran sólo dos asistentes para la conducción fuera de ruta: uno automático para el descenso de pendientes pronunciadas y otro que regula el control de estabilidad ante situaciones de menor adherencia. De todos modos, la tracción integral es permanente y reparte 50/50 entre ambos ejes.

Visualmente, la tercera generación del ML también se muestra más urbana. Sus dimensiones lo demuestran. Creció 2 cm en ancho y largo, mientras que la altura se redujo los mismos 2 cm. La distancia entre ejes se mantiene igual: 2,91 mts.

También el diseño contribuye para destacar su mayor tamaño. Al frente, la parrilla es más larga y los faros más horizontales que en la generación anterior. El paragolpes tiene ahora un inmenso aplique cromado y las luces de led están dispuestas horizontalmente. De perfil, Mercedes-Benz optó por destacar la tercera columna inclinada, distintivo desde la primera generación y generalmente copiada por otros utilitarios.

Desde atrás también se aprecian items que destacan el mayor tamaño del vehículo tales como los faros traseros que se extienden hasta el portón del maletero. En cuanto al confort, el ML muestra más jerarquía. Viene con control de velocidad crucero, climatizador de tres zonas, sistema de entretenimiento delantero y trasero, GPS con acceso a internet, asientos con regulación eléctrica, faros bi-xenon inteligentes, que desactiva la luz alta cuando viene un auto de frente, y asistente de estacionamiento.

En términos de seguridad, la lista incluye siete airbags, control de estabilidad y de tracción, además de la tracción en las cuatro ruedas.

Por ahora a Brasil ingresará únicamente la versión ML 350, equipada con un V6 naftero de 306 CV y 37,7 kgmf de torque. Todavía está en estudio la importación de una variante diesel, la única disponible del modelo antiguo en el mercado. Los ejecutivos de la marca afirman que prefieren esperar que la distribución del gasoil S-50 en Brasil antes de asumir ese compromiso con los consumidores. El propulsor a nafta tiene una transmisión de siete marchas, ya utilizada en una gran parte de los modelos de la marca, pero ahora con un nuevo conversor de torque que permite cambios más suaves.

El fabricante alemán asegura que este conjunto logra llevar los 2.130 kg del SUV a 100 km/h en 7,6 segundos, y alcanzar los 235 km/h de máxima, que está limitada electrónicamente.

La proyección es de lograr vender entre 200 y 250 unidades hasta diciembre, momento en el que llega el ML63 AMG, impulsado con un V8 de 557 CV de potencia.

PRIMERAS IMPRESIONES

Campos do Jordão/São Paulo - De frente, el nuevo ML puede generar hasta un poco de confusión por sus pocas diferencias. Pero viendo los detalles, se destacan las líneas más horizontales que le dan apariencia de ser mayor de lo que realmente es. Lejos de ser pequeño, da la sensación de crecer más de lo indicado por la cinta métrica. Eso significa que mantiene el excelente espacio interior.

Los asientos delanteros tienen regulación eléctrica. Atrás, un ótpimo vano para las pirenas. El espacio para las maletas se destaca por sus generosos 770 litros.

Al volante también se siente la impresión de estar en un vehículo de grandes proporciones y poco ágil. En tramos urbanos se nota un vivacidad algo extrema en el frontal y un rolido constante en la carrocería. Pero por otra parte, es extremadamente fácil de conducir.

La dirección es sumamente liviana y esta vez Mercedes-Benz ubicó el comando de señaleros en un lugar adecuado. En la versión anterior estaba demasiado bajo y era frecuente accionar la palanca del control crucero, situada más arriba, cada vez que se procuraba encender el señalero.

El confort se valoriza con terminaciones internas dignas de Mercedes. Aluminio pulido en el panel y cuero pespunteado en el volante, asientos y consola.

La única versión disponible en Brasil por el momento, no entusiasma demasiado. El motor V6 de 306 CV es competente pero no hace milagros con los 2.130 kg del vehículo. Tiene fuerza, pero no de sobra, tal como sería deseable en un utilitario de lujo. Aparte, el torque está totalmente disponible a 3.500 vueltas, régimen de rotación muy alto para un modelo de éstas proporciones.

La transmisión es eficiente y cumple con lo que la marca promete, cambios rápidos y casi imperceptibles. En caso de necesidad, las mariposas situadas detrás del volante permiten extraer algo más de deportividad al conjunto.

De todos modos y tal como la propia Mercedes-Benz admite y destaca, los dueños del ML en general no tienen prisa. Prefieren un andar suave y tranquilo, cosa que esta tercera generación del utilitario hace con extrema calidad. La suspensión es blanda y aún en pisos irregulares, los sacudones en el interior son bien controlados. Para valorizar algunas capacidades off-road, la marca ofrece además un pequeño recurso que destaca la exhibición de la inclinación lateral.

El ML se comporta bien sobre la tierra, pero en el asfalto, se siente como en casa.

Notas relacionadas:

Disfrutamos los sonidos del silencio - Impresiones del GLK 280 (Leer más...)

Galería de Fotos - Impresiones del SUV Mercedes-Benz ML 350

Publicado: 10/07/12 - 14:15 hs. - Textos: Rodrigo Machado, Auto Press Brasil, en exclusividad con AutoAnuario - Fotos: difusión Auto Press Brasil.