Es uno de los Deportivos Utilitarios más exitosos en mercados como el brasileño, donde rápidamente se ubicó como el más vendido del segmento. Argumentos no le faltan.
Desde hace varios años, los SUV (o Deportivos Utilitarios en castellano) vienen incrementando sus volúmenes de ventas esencialmente en nuestra región. La razón es que a las prestaciones naturales que ofrecen este tipo de vehículos en cuanto a potencia, buena altura, atributos off-road y solidez se refiere, se suman factores de seguridad por la confianza que genera dentro del tránsito urbano a sus conductores.
El modelo que ocupó durante mucho tiempo la posición de liderazgo del segmento, fue el Ford Ecosport, un vehículo agradable y confiable que rápidamente conquistó los mercados donde estaba presente, y en particular el de Brasil.
Estaba claro que el oponente no tardaría en surgir. Y en esta oportunidad, fue Renault quien se movió certeramente. A partir de un desarrollo de su subsidiaria Dacia, filial Rumana de la marca francesa, nació el Duster, un utilitario con algunos componentes de los modelos Sandero y Logan.
Presentado oficialmente durante el Salón de Ginebra del 2009, su comercialización comenzó en el 2010, y desde noviembre del año pasado, se fabrica en la planta que el Grupo Renault tiene en São José dos Pinhais, en el Estado de Paraná de nuestros vecinos nordestinos.
Este todoterreno marca, en varios aspectos, una gran diferencia con sus competidores y queda bien claro que su presencia es tal vez uno de los más destacados. Tiene una mirada seria, severa, fuerte, lograda a través de los faros grandes de forma trapezoidal, una parrilla de 3 elementos anchos y el gran logo del rombo en el medio.
Hay además un componente que se reitera en todos los frentes y en el que se nota que los diseñadores de Renault quisieron hacer hincapié, como forma de destacar una de sus principales cualidades. Es un vehículo musculoso por donde se le observe, con un par de molduras abultadas en los pasaruedas y otras verticales, que dan sustento a los faros posteriores y se prolongan sobre el portón trasero. Las barras del techo, las llantas de 5 elementos y un pequeño estribo complementan el aspecto off-road, acentuado naturalmente por su altura respecto al piso que es en esta versión 4x4, de 210 mm.
También son importantes los voladizos delanteros y traseros: el ángulo de ataque es de 30º y el de fuga, de 36º, ambos con sus correspondientes chapones protectores pintados de gris claro.
Otro sello que define la fuerte personalidad del Duster es la ventanilla trasera, que tiene también una forma semi trapezoidal. Por su parte la tapa del tanque de combustible, ubicada sobre el guardabarros trasero, es llamativa por su enorme tamaño.
EL DUSTER POR DENTRO
En el interior se mantiene el mismo criterio de diseño. No hay abundancia de elementos y comandos, con una bandeja guardaobjetos por encima de la guantera y otro hueco al centro, en la parte alta del panel. Algunas formas con rebordes gruesos, como la del panel de instrumentos y la que aloja la radio, los comandos del aire, desempañador, baliza y bloqueo de puertas, mantienen presente el mismo espíritu de musculatura que ofrece el exterior.
La unidad que dispusimos para probar fue de la versión 2.0 Privilége 4x4. Teniendo en cuenta la altura respecto al piso y el ángulo de casi 90% que tiene para la apertura de las puertas, subir y bajar resulta muy cómodo. Encontramos los asientos muy confortables, hechos con una espuma de mediana densidad, que alojan al cuerpo con una linda sensación de bienestar.
Los tapizados son agradables al tacto, con una combinación bitonal de tejidos, claros y oscuros.
Una de las primeras cualidades que apreciamos del interior del Renault Duster es sin dudas la amplitud del espacio. Tanto la altura del techo como la distancia entre asientos delanteros y traseros, aseguran un alto nivel de confort para 5 personas, cómodamente instaladas.
Lógicamente que por el tipo de vehículo, también el baúl es grande, con un volumen de 400 lts. Su ancho interior entre los pasaruedas es de 1.002 mm y la profundidad hasta el respaldo del asiento trasero mide 992 mm.
El asiento del conductor tiene regulación en altura, al igual que el volante. Así que fácilmente se encuentra la posición ideal. Su amplia superficie vidriada y el buen tamaño de los espejos retrovisores, aseguran una óptima visibilidad hacia todos lados.
EN MARCHA
Ya con el motor encendido, se anticipa una aislación acústica bien desarrollada, y al soltar el ambrague por primera vez, inmediatamente surge una sopresa inicial. La primera velocidad es apenas para mover el vehículo.
Quienes conocemos estrechamente el funcionamiento de los camiones, en general y sobre todo sin carga, sabemos que el vehículo empieza a rodar en segunda. Y fue lo que hicimos con el Duster. Durante el período de prueba nos olvidamos de la primera, salvo cuando debimos superar alguna superficie barrosa, pues en rigor, se comporta como una marcha de doble tracción en baja. Vale decir que aún en segunda, puede salir derrapando sin ningún complejo, dejando atrás a los demás coches que esperan el cambio de luz en el semáforo.
Un detalle importante es que la caja de cambios es de 6 velocidades, por lo tanto, en condiciones normales puede usarse como si fuera de 5 marchas.
Ya que estamos en la transmisión, este es otro punto alto del Renault Duster. Es impecable. Tiene una lindísima relación entre marchas, bien escalonadas, con enganches muy precisos y recorrido corto. En ruta, la 6a. velocidad ofrece un comportamiento notable, ubicando el cuentavueltas en torno a las 3.000 rpm para viajar a 120 km/h.
A su vez responde muy bien en las maniobras de sobrepaso y tiene resto suficiente cuando debe recuperar velocidad.
Herencia de su socio Nissan, Renault utiliza el sistema inteligente de doble tracción, que mediante un comando ubicado delante de la palanca de cambios permite usar la tracción simple (2W) o la tracción doble automática, que se activa toda vez que los sensores detectan la necesidad de utilizarla. Además ofrece una tercera posibilidad que es el modo Lock, para distribuir el torque por partes iguales en ambos ejes, cuando las circunstancias lo requieren.
Dentro de la ciudad, también se puede disfrutar plenamente la conducción del Duster. Es muy dócil, con un volante relativamente pequeño y una eficaz dirección con asistencia hidráulica. Y lógicamente, su presencia en el tránsito impone respeto.
El motor 2.0, con sus interesantes 138 CV de potencia y un torque de 19,7 kgmf permite lograr siempre buenas respuestas, aún en régimen bajo.
Sin importar las condiciones de uso, se confirma el buen desarrollo estructural que preveíamos inicialmente, con una insonorización impecable. Los sonidos producidos por el motor y el silbido del viento en altas velocidades, no llegan al habitáculo, con lo cual resulta muy agradable tanto en el tránsito urbano como para los viajes largos en familia. Ahí es además cuando se aprecia el buen desempeño de los elementos de confort. Un sistema de sonido adecuado, bien distribuido y con mandos detrás del volante, eficiencia en la circulación del aire acondicionado y asientos cómodos con mucho espacio, ofrecen un ambiente disfrutable para sus ocupantes.
Pero es probable que todo ese confort haga olvidar que estamos en un auténtico todoterreno. Basta con salir de la ruta y entrar en algún sendero campestre para que rápidamente el Renault Duster nos lo recuerde enseguida. Además de responder con eficacia ante cualquier dificultad de adherencia gracias a las opciones de tracción, también es llamativo el acierto en el sistema de suspensión que absorbe bien la irregularidad del suelo, sin ser excesivamente dura.
Ese atributo también es notable en superficies civilizadas, pues en ruta se pega bien al pavimento y ofrece mucha confianza al tomar curvas cerradas a gran velocidad, sin ninguna intención de salirse de su línea. En calles deterioradas, pasa con hidalguía por encima de los baches sin producir golpes ni sacudones molestos.
Para el conductor, se suma una ergonomía adecuada, buena visibilidad de los instrumentos incluyendo la información de la computadora que se comanda en el extremo de la palanca del limpiaparabrisas, y un eficaz sistema desempañador, importante en esta época del año.
El sistema lumínico es correcto, con luces de tonos cálidos en el interior. Como detalle faltante, los botones de los levantavidrios no están iluminados. Según nos informaron en Santa Rosa Automóviles, es un tema que ya está solucionado en las próximas partidas del Duster.
Y para destacar, un detalle que aplaudimos es la utilización del brazo hidráulico para la apertura del capó. Por fin una buena decisión que elimina la molesta varilla!.
En definitiva, el Renault Duster es un Deportivo Utilitario impecable. Cómodo y disfrutable, despliega toda la confiabilidad de la reconocida mecánica de la marca del rombo, con un excelente equipamiento que incluye además ABS y 2 airbags.
Es sólido, fuerte e invita a manejarlo. En el tránsito no pasa desapercibido, pues su diseño, de gran personalidad, llama la atención.
Como si todo esto fuera poco, la frutilla de la torta es el precio de venta, factor que le ha dado un gran dolor de cabeza a la competencia. Esta versión 2.0 Privilége 4x4, se comercializa en nuestro país a U$S 38.990. Las otras opciones disponibles en nuestro mercado son dos. Una con este mismo motor pero con tracción simple 4x2, ofrecida a U$S 33.990. Y otra, el modelo de entrada con motor 1.6 de 110 CV, que cuesta U$S 29.990.
El Renault Duster es un gran vehículo con notables prestaciones urbanas y off-road, muy equipado, doble tracción, con un precio excepcional y el logo de Renault en la parrilla. Éxito de ventas de su segmento en Brasil, ya se vislumbra también una buena aceptación por parte de nuestro mercado.
Es sin dudas, un todoterreno en serio y no sólo por la severidad de su mirada.
Publicado: 12/06/12 - 12:30 hs. - Textos: Luis Piedra Cueva (miembro de APUM, Asociación de Periodistas Uruguayos del Motor) - Fotos: Leticia Carbajal y Luis Piedra Cueva.